martes, 20 de mayo de 2014

Deportista Anonimo "Israel Pinto"


Ya que se cumple un año del mi primer Ironman, hoy me toca a mi ser el “Deportista anónimo”, me apetece contar la historia del por qué hice mi primer Ironman y espero que sea el primero de muchos.
 

Desde muy pequeño he hecho deporte, a los 4 años ya hacia Judo, en el colegio, siempre corría y jugaba al futbol, aunque querían ficharme para jugar al balonmano por mi gran corpulencia, jejeje, seria por la velocidad, al final seguí con artes marciales y futbol, hasta el momento que el futbol se puso serio, y me exigía entrenar todos los días de la semana, así estuve hasta la edad critica de todo deportista, 16-17-18 años, donde la noche, empezó a confundirme, jeje, sumado a tener que estudiar y trabajar a la vez, por lo que el deporte se limito, a partidos de futbol 7, y poco mas.

Mi segunda fase deportiva, coincidió con lo que es una parte de mi trabajo, instructor de actividades dirigidas, trabajo que ya va para 14 años y en el que estoy encantado, ya que disfruto, y además entreno, además de escaparme siempre que puedo a esquiar, hacer wind surf, raquetas de nieve, deportes de aventura…, cualquier cosa vale.

¿Por qué triatlón?

Y por qué no, en el mundo del triatlón, llevo casi 5 años, y todo vino tras un pequeño paran deportivo, parecía que iba a tener que dejar de hacer deporte, por una pequeña enfermedad cardiaca latente, que aparece en situaciones de mucho stress o ansiedad, y que toco madera, desde hace 5 años, no ha vuelto a dar guerra.

En el momento que el cardiólogo me dijo, “no te preocupes disfruta de la vida” el chip cambio, decidí hacer algo que volviese a emocionarme y tener mariposas en el estomago, como hacia el futbol, cuando competía, y así empecé a entrenar, en Zagros el club donde trabajaba.

No tenia bici de carretera, ni de montaña, pero si daba muchas clases de Spinning, (ni parecido), por suerte nadar, no se me daba mal, y correr, pffff no me llamaba la atención, pero pronto le cogí el gustillo.

Desde ese momento, carreras populares sin parar, para entrenar, salidas en bici de carretera, cortitas 40 km como mucho, y nadar, cuando podía, pero sin entreno sistemático,  cosa que solucione muy rápido, había que formarse en este nuevo deporte, que me estaba enganchando, y así, me hice entrenador de triatlón, y por suerte conocí a Joaquín Peces y al Club de Triatlón Enphorma, donde he aprendido todo lo que se de triatlón, he mejorado como triatleta y como persona, y me ha hecho que siga haciendo lo que mas me gusta, vivir del deporte.

El Ironman llego mas tarde, gracias a un buen amigo, Vicente Bayón, el me animo a hacer esta pequeña gran locura, o este reto, depende de cómo lo quieras ver.
 
 

Para mí un IM, es entrenarlo, y el día de hacerlo, disfrutarlo.

Ocho meses madrugando para entrenar y luego trabajar, de Lunes a Domingo, sin escusas, sin excepciones… eso es un IM, siempre que tengas suerte de poder entrenarlo, llegara el día de disfrutarlo.
 

Llega el día marcado, llegan los nervios, llega la ilusión, llega la emoción, realmente no sabes que se te pasa por la cabeza, solo tienes una risa nerviosa durante el desayuno a las 5 de la mañana, una concentración mientras bajas a la arena de la playa, una sorpresa cuando ves a 1900 personas a punto de realizar su sueño, como vas a hacer tu, y todo eso se pasa en un instante, cuando quieres darte cuenta, estas nadando, solo nadando, sin pensar en que son 3,8 km, y en lo que pasara después.
 

Sales del agua, ya es de día, la gente que te quiere te anima y vas a por tu bici, sabiendo que el recorrido es duro, te montas alegre, porque estas cumpliendo tu objetivo de 8 meses, y empiezas a pedalear, sin descanso, sin parar, disfrutando de las vistas, y mentalmente restando kilómetros, y aunque parezca mentira, esas 7 horas y pico, se me pasaron volando, sufrí, si, pero no pasa nada.
 
 

Empiezas a correr, nunca había hecho una maratón, lo máximo que había corrido 25 km, y gracias, pero no piensas en lo que queda, ni en lo que has hecho, solo en volver a casa, terminar, Finisher si o si, sin escusas ni lamentos, sin dolores, corriendo o andando, y si hace falta reptando, pero terminar.
 
 

Y así con la misma ilusión que hacía 15 horas, llegaba a la meta, pero aunque parezca un tópico, a la meta no llega la persona que salió hace 15 horas, llega alguien mas fuerte, mas perseverante, con mas capacidad para aguantar y para sufrir, con capacidad para ir al límite por un sueño,
 
 

llega un Ironman Finisher.

@Pinto_Israel

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