Hoy para mi, es un orgullo presentar a Iván, ya que es una persona que conozco desde hace muchos años, cuando éramos unos adolescentes imberbes (de lo que no pondré fotos), y en aquel entonces ya me parecía un fenómeno, por su carácter y su humor, y el paso del tiempo, me ha ratificado en que es una gran persona, además de un buen deportista.
El os va a narrar en primera persona, su experiencia en la Maratón de Madrid del pasado Domingo, espero que os guste tanto, como a mi me ha emocionado, y os sirva para seguir o empezar a hacer deporte.
El os va a narrar en primera persona, su experiencia en la Maratón de Madrid del pasado Domingo, espero que os guste tanto, como a mi me ha emocionado, y os sirva para seguir o empezar a hacer deporte.
Son las 8:50 y es la última vez que me pregunto qué
hago aquí, supongo que las miles de personas que me rodean pensaran lo mismo,
cada uno tiene una respuesta, una promesa, un reto personal, una apuesta.
Pasas el arco de
salida, pones el crono en marcha, las piernas empiezan a funcionar, el corazón
marca el ritmo y la cabeza te dice "vas a hacerlo". Km14, el ritmo es
bueno, las piernas responden, los entrenamientos a -4° han merecido la pena.
Km21, paso la media maratón en 2:04:00, por debajo de
mi marca, "muy bien tío pero sigue con cabeza" me digo y sigo
corriendo, disfrutando de tener Madrid a mis pies y sintiendo q las lesiones y
malos momentos durante los entrenos tienen su recompensa.
Km 30, 2:56:12, "esto marcha", el cansancio
casi no existe, la fuerza mental está al 1000% y llegan refuerzos en la persona
de Raquel, un ángel que corre conmigo los últimos 12km para hacerme ver que no
estoy solo.
Pero llega el km 34, el temible Muro, la rodilla dice
"basta, se acabó". Paro, estiro y algo en mi cabeza me dice que siga,
que lo voy a lograr, aunque el cuerpo me diga que pare. Por suerte gana la
cabeza. Es en ese momento cuando me acuerdo de mi familia, mis amigos, la gente
que me quiere, me cuida y me anima para que lo logre, me acuerdo de Cristian,
mi compañero de entrenos con sol, frio y lluvia, con el que he compartido
sufrimiento, confidencias y risas durante meses para lograr una meta que estoy
a punto de alcanzar. Y sigo corriendo, andando o arrastrándome, pero sigo...
Km40, ya está casi hecho, vuelto a parar para estirar, "vamos chicos que
llegáis, sois unos campeones!!!" nos grita una mujer desde la acera, y
cada grito, cada choque de manos de un niño, cada ánimo de otro
corredor/compañero te hace avanzar los metros que las piernas no pueden ni quieren
ya avanzar. Km41,5 "niño ya está, lo has hecho", Raquel me deja para
que llegue a la meta. Desde ese momento no puedo contener las lágrimas mientras
corro hacia una meta que parecía tan lejana y que ahora puedo casi acariciar.
Km42, es increíble el ambiente en el Retiro, la gente
te hace sentir el corredor más grande con su ánimo y sus aplausos.
META 4:39:25 "lo has hecho Iván, lo has
logrado" es lo primero que pienso, bajo mi marca anterior más de 20'.
Rompo a llorar sin consuelo y no me avergüenzo de decirlo. Lloro de alegría,
lloro por saber que, tanto en la vida como en el deporte soy capaz de superar
todos los obstáculos y alcanzar todos los retos que me proponga. Y recojo mi
medalla, la medalla de los miles de corredores que cruzan la meta y la de todos
los que no pueden hacerlo, vencedores todos ellos en esta loca aventura. Cada
uno con su promesa, con su reto, con su apuesta. Y aprendo que con Humildad,
Sacrificio y Confianza todo es posible"